Como coletazo de la derrota del domingo en las elecciones locales, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, pidió ayer la renuncia a todos sus ministros.
Aunque la posibilidad de recambio del Gabinete ya había sido barajada, la crisis provocada por los malos resultados en los comicios para las alcaldías de las principales ciudades del país precipitaron la decisión.
“El presidente encabeza una reunión de gabinete ministerial, en la que pidió las renuncias. Los cambios podrían ser anunciados después del feriado de Carnaval (del 1 al 4 de marzo)”, dijo a la agencia AFP una fuente del gobierno bajo condición de reserva.
Correa dialogaba a puerta cerrada con sus colaboradores en el Palacio de Carondelet (sede del Ejecutivo en Quito), y no estaba previsto un pronunciamiento a la prensa al término de la reunión.
Antes de los comicios, en los que el oficialismo sufrió su peor revés desde la llegada de Correa al poder en 2007, el mandatario ya tenía planeado reajustar su gobierno, aunque los resultados electorales precipitaron la decisión.
“Antes del 23 de febrero, independientemente de los resultados (de las elecciones), creíamos que era necesario oxigenar el gabinete. Entonces va a haber una crisis de gabinete”, sostuvo Correa el martes en una conferencia de prensa en el puerto de Guayaquil (suroeste).
El jefe de Estado, quien cuenta con una alta popularidad y mayoría parlamentaria, reestructurará el gobierno a casi un año de haber asumido un nuevo mandato, que concluirá en 2017.
El gobierno ecuatoriano cuenta con unas 40 secretarías y ministerios, ocho de ellos de coordinación en sectores como seguridad, economía y recursos no renovables.
“El presidente solicitó una renuncia del gabinete. Yo he presentado la mía y esperemos que en los próximos días se tome la decisión”, dijo ayer el secretario jurídico de la Presidencia, Alexis Mera, en declaraciones divulgadas por el diario estatal El Telégrafo.
“El presidente es quien nos entrega la potestad de algún cargo. Es su derecho y su potestad solicitar las renuncias”, manifestó a su vez la secretaria nacional de Gestión de la Política, Betty Tola.
El presidente Correa, quien convirtió la elección del domingo en un prematuro voto de confianza o censura a su gobierno cuando todavía le restan tres años de mandato, atribuyó la derrota al “sectarismo” de su partido que impidió, según él, tejer alianzas políticas para conquistar el mayor número de gobiernos locales.
En Quito, el abogado de centroderecha Mauricio Rodas encabeza el escrutinio parcial (59% de los votos), con un 76% de las mesas contabilizadas, según los más recientes datos del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En Guayaquil, reducto de la derecha desde hace dos décadas, el alcalde Jaime Nebot (en el cargo desde 2000) capta 59% de los sufragios contra 40% de Viviana Bonilla, apadrinada por Correa. El oficialismo también perdía en la mayoría de las 23 capitales provinciales, según los datos preliminares, aunque era la fuerza más votada en la elección de prefectos (gobernadores).
Fuente: Clarín