CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (AP) — Sudafricanos de toda condición presentaban este viernes sus respetos a Desmond Tutu, el arzobispo anglicano reconocido con el Premio Nobel de la Paz cuyo sencillo féretro de madera de pino estaba expuesto por segundo día en la catedral anglicana de St. George, en Ciudad del Cabo.
“Fue un gigante moral. Era un gigante moral y espiritual amado y venerado por luchar por la igualdad de todas las personas”, dijo el reverendo Michael Lapsley en las escaleras de la histórica catedral de piedra, luego de que el ataúd con los restos mortales de Tutu fuese trasladado dentro entre música, incienso y oraciones.
El clero anglicano hombres y mujeres, negros y blancos, mayores y jóvenes hicieron fila en la calle para honrar al cortejo que llevó el cuerpo de Tutu al templo. Miembros de la familia acompañaron el féretro al interior de la catedral.
La gente comenzó a llenar la catedral para encender velas y ver el pequeño y sencillo ataúd con asas de cuerda con el que Tutu había dicho que quería evitar cualquier ostentación o lujo. Muchos se sentaron en los bancos para rezar y reflexionar sobre la vida del religioso.
Más de 2.000 personas visitaron la catedral en el primer día de velatorio el jueves. El funeral por Tutu se celebrará el día de Año Nuevo, antes de que sea incinerado y de que se depositen sus restos en un columbario la catedral.
“Su trabajo no terminó con el final del apartheid”, señaló Lapsley en referencia al régimen sudafricano de opresión racial del que Tutu fue un destacado opositor y que terminó en 1994 cuando el país celebró elecciones democráticas.
“El arzobispo Tutu defendió con valentía la igualdad de todas las personas. Transformó la iglesia al incorporar mujeres al clero. Defendió a la comunidad LGBTQ para la que es un héroe en todo el mundo”, añadió Lapsley, canónigo de la catedral.
Por:AP