La Guardia Costera de EE.UU. rescató este lunes al último tripulante del Golden Ray, un buque que volcó la madrugada del domingo con 24 personas a bordo, poco después de abandonar el puerto de Brunswick, Georgia, en el este del país.
Horas después del accidente, las autoridades lograron rescatar a 20 de los tripulantes (seis surcoreanos, 13 filipinos y un estadounidense, que era el piloto del barco).
Imágenes de la escena, publicadas por la Guardia Costera, mostraban un helicóptero estadounidense aterrizando en el Golden Ray, y equipos de rescate evaluando si pueden ingresar al barco por la cubierta.
Pero el fuego, el humo y la carga inestable de la nave los obligaron a retroceder.
La tarde de este lunes, los equipos de emergencia lograron rescatar a los cuatro tripulantes -todos surcoreanos- que quedaban a bordo, dijo la Guardia Costera de EE.UU.
El último de ellos logró salir del agujero abierto en el casco de la nave a las 6 de la tarde hora local (22:00 GMT).
Este tripulante se encontraba atrapado detrás de un panel de vidrio en el cuarto de control de la embarcación y era el único de los cuatro que no había recibido nada de agua o comida durante la operación de rescate, iniciada 35 horas antes.
Transporte de autos
Según MarineTraffic.com -página que monitorea el tráfico marítimo mundial- el Golden Ray, construido en 2017, zarpó desde Georgia hacia Baltimore, en el noreste de EE.UU.
El barco lleva bandera de las islas Marshall y transportaba más de 4.000 autos de las marcas Hyundai y Kia Motors cuando volcó, de acuerdo con la agencia de noticias Reuters.
El Golden Ray tiene una capacidad para transportar 6.933 vehículos, según la página web de Hyundai Glovis, la empresa surcoreana de logística de transporte a la que pertenece.
«Estamos tratando el rescate de los tripulantes como nuestra prioridad principal. Después de eso investigaremos cualquier daño en la carga», dijo este lunes un vocero de Hyundai Glovis mientras la operación de salvamento aún estaba en marcha, según informó Reuters.
La Guardia Costera de EE.UU. estableció una zona de seguridad de emergencia de 800 metros alrededor del Golden Ray, en la que no se le permite navegar a ningún otro barco.
Esta entidad y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE.UU. investigan las causas que provocaron el incidente.
