Diversas ciudades de Argentina fueron escenario este jueves en la noche de multitudinarias protestas pacíficas contra las políticas del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
La manifestación, denominada 8N, fue convocada a través de redes sociales y ha tenido eco en los medios de comunicación.
Estas demostraciones se realizan en protesta contra los elevados niveles de delincuencia, la inflación, la corrupción política y la posibilidad de que Fernández de Kirchner proponga cambios en la constitución del país para lograr una posible reelección.
"La Constitución debe ser respetada, no reformada", dijo Francisco Bugallo, quien ayudó a organizar la manifestación en Buenos Aires.
El cacerolazo fue convocado no sólo en varias ciudades argentinas sino entre la comunidades de ciudadanos de ese país en el exterior.
En Miami, los manifestantes mostraban pancartas y gritaban consignas contra el gobierno argentino.