La Guardia Republicana de Egipto ha ordenado este jueves a todos los manifestantes abandonar la zona frente al palacio presidencial en El Cairo.
El ultimátum – que prohíbe todas las protestas en el palacio – ocurrió al finalizar una reunión entre el presidente Morsi y comandantes militares.
La medida se realiza después de violentos enfrentamientos entre partidarios y opositores del presidente, que dejó cinco muertos y más de 600 heridos.
La máxima autoridad islámica de Egipto, Al-Azhar, ha instado a Morsi a retirar los amplios poderes presidenciales que se adjudicó y que detonaron la crisis.
Se espera que el presidente Morsi se dirija más tarde a la nación.