El niño que se cree fue la primera víctima de la epidemia de ébola que estalló en África este año, un niño de dos años llamado Emile Ouamouno de Guinea, pudo haberse infectado al jugar en un árbol que albergaba una colonia de murciélagos.

Científicos encontraron la probable fuente del brote durante una expedición al pueblo de menor, Meliandou.

Tomaron muestras y conversaron con los locales en sus investigaciones sobre la fuente de la enfermedad.

El doctor Fabian Leendertz y su equipo encontraron un enorme tocón situado a unos 50 metros de la casa de Emile.

Los vecinos informaron que tanto Emile como otros niños solían jugar en el hueco del árbol y cuando éste se quemó, en marzo de 2014, se liberó «una lluvia de murciélagos».

Emile murió de ébola en diciembre de 2013.

BBC Mundo

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