Centenares de estudiantes, maestros y familiares de los 43 jóvenes desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala bloquearon este lunes los accesos al aeropuerto de Acapulco, la principal ciudad turística del estado de Guerrero.
La mayoría de los manifestantes son también estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, donde estudiaban los desaparecidos.
Asimismo participan en la protesta alumnos de otras escuelas de magisterio, profesores de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, campesinos y familiares de los desparecidos.
La marcha hacia el aeropuerto comenzó alrededor de las 10:10, hora local, después de que los manifestantes y los agentes acordaran que la protesta fuera pacífica.
Antes, los normalistas de Ayotzinapa se enfrentaron con policías antimotines.
La protesta tiene lugar tres días después de que el gobierno federal reportara que sus investigaciones apuntan a que 43 estudiantes de Ayotzinapa fueron asesinados por un grupo criminal.
Sin embargo, familiares y compañeros de los jóvenes rechazan la tesis y exigen que se mantenga la búsqueda.
Sólo dos huesos
Este mismo lunes, el procurador general (fiscal) de México, Jesús Murillo Karam, informó de que sólo dos de los huesos encontrados en el basurero de Cocula podrán ser sometidos a análisis para determinar si corresponden a los 43 estudiantes desaparecidos.
Los huesos en cuestión son «una rótula y otro pedazo», en palabras de Murillo Karam.
Según el fiscal general, fueron mostrados por teleconferencia a varios laboratorios del mundo y sólo la Universidad de Innsbruk aceptó analizarlos.
Si esta universidad lograra identificar los restos, después serían enviados a otro laboratorio en España para confirmar los resultados.
«Ya me cansé»
Murillo Karam también hizo referencia a una criticada frase que dijo durante una conferencia el viernes pasado.
«Ya me cansé», exclamó el procurados general, para terminar con las preguntas de los periodistas.
Se justificó diciendo que llevaba horas sin dormir.
«No tengo por qué decir mentiras. Soy tan humano como cualquiera y también me canso. Llevo 30 días durmiendo 4 horas y ese día tenía 40 horas», explicó.
BBC Mundo