La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pidió al papa Francisco que interceda para abrir un diálogo entre el Reino Unido y Argentina sobre las Islas Malvinas/Falklands, según informó la mandataria en Roma luego de su encuentro con el Pontífice.
En declaraciones a la prensa internacional, Fernández de Kirchner dijo que a diferencia del momento en que tuvo lugar la guerra, ambos países son ahora democracias y no hay riesgo de conflicto, señaló el enviado de BBC Mundo a Roma, Pablo Esparza.
La mandataria agregó que el único peligro es "la militarización del Atlántico sur por parte del Reino Unido".
Por su parte, la oficina de prensa en Londres del gobierno de Malvinas/Falklands dijo a BBC Mundo en respuesta al llamado argentino que "reiteramos lo que ya dijimos la semana pasada y no vemos que la elección del nuevo Pontífice esté relacionada con el tema de las islas".
La presidenta argentina también compartió sus impresiones personales sobre el Pontífice, señalando que lo vio tranquilo, sereno y en paz, además de consciente de la gran tarea y reforma que debe emprender, agregó nuestro enviado.
El papa Francisco y la mandataria mantuvieron este lunes una reunión privada seguida de un almuerzo en la residencia de Santa Marta, donde se aloja temporariamente el Pontífice.
Kirchner es la primera jefa de Estado recibida por el papa Francisco.
La relación entre el Pontífice, hasta ahora arzobispo de Buenos Aires, y Kirchner ha sido descrita como tensa en los últimos años, fundamentalmente luego de la aprobación de las leyes sobre el aborto y el matrimonio homosexual.
La mandataria argentina asistirá el martes 19 de marzo a la misa de inicio del Pontificado, en la que se espera la presencia de delegaciones de cerca de 150 países.
Se hizo esperar hasta el punto que la periodistas empezaron a perder la paciencia y empezaron a decir basta.
Además, un vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido dijo a BBC Mundo que "está claro que La Santa Sede considera la cuestión de las Malvinas/Falklands como una cuestión bilateral entre naciones soberanas, y que no tiene ningún papel que desempeñar", y añadió: "No esperamos que esa posición cambie".
BBC Mundo
