Un silencio unánime recorrió a Londres en recuerdo a las 52 víctimas mortales de las explosiones que tiñeron de sangre el metro y los autobuses el fatídico 7 de julio en el año 2005.

Antes de la hora ‘H’, decena de miles de londinenses se sumaron a la iniciativa #Walktogether y emprendieron una caminata colectiva a la hora «punta» de entrada al trabajo. Al mediodía, un funeral colectivo ha sido oficiado en la catedral de St. Paul.

En el monumento de homenaje a las víctimas en Hyde Parkde, fueron depositadas varias guirnaldas de flores . Boris Johnson, alcalde de Londres, aprovechó la ocasión para lanzar un mensaje: «Los terroristas fallaron en su propósito; Londres es si cabe una ciudad más vibrante y cosmopolita».

En la plaza de Tavistock, donde 13 personas murieron en la explosión que hizo saltar por los aires el autobús número 30, hubo un pequeño acto de reconciliación, al que asistió el diputado laborista musulmán y aspirante a alcalde Sadiq Khan. «Las comunidades islámicas somos parte de la solución y no del problema», dijo Khan. «Condenamos el extremismo y la violencia con tanta fuerza como el resto de la sociedad británica. Estamos en esta lucha juntos».

Varios altares callejeros han ido surgiendo a lo largo del día en las estaciones donde estallaron las bombas, con 50 minutos de intervalo, el 7 de julio del 2005, empezando en Russell Square (donde murieron 26 personas) y siguiendo por Aldgate (siete muertos) y Edgware Road (seis). Los cuatro autores de los atentados murieron en las explosiones.

Más de 700 personas resultaron heridas; entre ellas, Gill Hicks, una mujer de 50 años que perdió las dos piernas y que fue rescatada entre los escombros por el policía Andrew Maxwell. El emotivo reencuentro de los dos, al cabo de diez años, marcó el inicio de una caminata por la reconciliación encabezada por líderes religiosos musulmanes, cristianos y judíos.

CORTESÍA DE ELMUNDO.ES

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