Zhang indicó que las mutaciones han vuelto al virus H7N9 más mortífero para las aves, pero no está claro qué significa para los humanos. Otros especialistas dijeron que con el peligro acrecentado del H7N9 para las aves, la enfermedad será más fácil de detectar en éstas, lo que permitirá a las autoridades reaccionar con mayor rapidez.
“La pregunta es si este cambio de letalidad del virus lo vuelve más letal para los seres humanos. Sobre eso todavía no hay acuerdo”, dijo Wendy Barclay, catedrática sobre gripe en el Imperial College de Londres.
A pesar del aumento de la incidencia de la gripe aviar este año, Barclay dijo que no hay indicios de que el virus se adapte más fácilmente a la transmisión humana.
“Sobre la base de las secuencias genéticas de los virus, no hay cambios que indiquen que esto está a punto de volverse una pandemia”, dijo Barclay. Algunos científicos han expresado dudas acerca de si China revela suficiente información.
A principios del año, el país anunció repentinamente que había 100 casos, un retraso que afectaría los intentos de buscar cambios en la difusión del virus.
“Siempre necesitamos más y mejor información más rápidamente”, dijo Michael Osterholm, de la Universidad de Minnesota, y añadió que la persistencia de la gripe aviar revela la vulnerabilidad del mundo a la próxima pandemia. “No estamos en mejores condiciones para responder que ante la pandemia de gripe porcina” de 2009, aseguró.
AP