Desde Washington se observa con particular preocupación el desarrollo de la crisis entre Ucrania y Rusia en la península de Crimea.
Este lunes, el presidente estadounidense Barack Obama advirtió nuevamente a Moscú que sus acciones en la región, sobre todo la amenaza de una intervención imlitar, «son una violación de la ley internacional».
En unas breves declaraciones dadas desde la Casa Blanca junto al visitante primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, Obama reiteró las eventuales advertencias sobre consecuencias diplomáticas y económicas que hizo la semana pasada al gobierno ruso.
«El mundo reconoce mayoritariamente que los pasos que ha tomado Rusia son una violación de la soberanía de Ucrania, la integridad territorial de Ucrania»
Obama reconoció los profundos lazos históricos, comerciales y culturales entre rusos y ucranianos, así como la importante población de origen ruso que vive dentro de Ucrania.
«Rusia está del lado equivocado de la historia», dijo Obama, quien explicó que apoya «fuertemente» al gobierno interino de Ucrania, que asumió el mando tras la salida del presidente Viktor Yanukovich hace dos semanas a causa de la movilización de la oposición.
«Los hechos sobre el terreno en Crimea son perturbadores (…) pero con el tiempo, esto será una propuesta costosa para Rusia. Es el momento para que consideren si pueden servir sus intereses de una manera diplomática en vez de por la fuerza».
En cuanto a las iniciativas de algunos legisladores que aspiran que Washington asuma una posición más dura frente a Moscú, Obama explicó que espera que el Congreso trabaje junto a la Casa Blanca «para ayudar a proveer un paquete de asistencia (económica) a los ucranianos.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó medidas orientadas a lastimar la economía rusa y aislar a Moscú.
Los funcionarios estadounidenses dicen que Vladimir Putin cometió un terrible error al intervenir en Ucrania, algo que aseguran terminará por debilitar a su país.
Sin embargo, también estamos ante una nueva prueba para el liderazgo de Obama que demostrará cuánta influencia tiene Estados Unidos en el mundo.
El secretario de Estado, John Kerry, vuela hacia Kiev para encontrarse con los líderes ucranianos mientras Washington intenta coordinar una respuesta internacional para poner presión sobre Putin.
Pero funcionarios clave del gobierno demócrata han descartado casi por completo una intervención militar.