RIO DE JANEIRO (AP) — Un hombre armado retenía el martes a docenas de personas como rehenes en un autobús público en Río de Janeiro y amenazaba con prender fuego al vehículo, informó la policía.
La policía federal de carreteras dijo que estaba negociando con el hombre, que tenía a 37 personas retenidas desde alrededor de las 05:30 de la madrugada en un puente especialmente transitado entre el suburbio de Sao Gonçalo y el centro de Río.
Por el momento, al menos seis personas abandonaron el bus y contaron a las autoridades que el hombre arrojó gasolina en el interior y amenazó con prenderle fuego.
Dijeron que el hombre se identificó como policía, algo que no ha sido confirmado.
El hombre no hizo petición concreta alguna y aparentemente padece “problemas psicológicos”, dijo un vocero de la policía de tránsito a TV Globo.
El vehículo había salido minutos antes desde Sao Gonçalo, el segundo mayor municipio del estado y también localizado en la región metropolitana de la capital fluminense, con destino al centro de Río de Janeiro. Sao Gonçalo es un suburbio violento y empobrecido separado de Río de Janeiro por la Bahía de Guanabara.
Una fuerza policial de elite conocida como BOPE está a cargo de las negociaciones. Un francotirador está apostado en la cercanía. El tráfico está cortado en ambas direcciones y cientos de vehículos esperan en fila.
Según la imformación preliminar, los agentes han abierto fuego contra el secuestrador después de que este saliera del autobús apuntando en la cabeza con un arma a uno de los rehenes.
De acuerdo con la Policía Militarizada (PM), el hombre, armado y enmascarado, ha fallecido cuando estaba siendo trasladado al hospital más próximo en ambulancia.
El secuestro ha comenzado hacia las 6.00 horas y ha terminado hacia las 9.00, tras la muerte del secuestrador, que previamente había amenazado con incendiar el autobús y liberado a seis de los 37 rehenes que había en el interior del vehículo, estacionado en el puente Río-Nitéroi.
Según había contado previamente una portavoz de la PRF, Sheila Sena, además de una pistola, el hombre tenía un cuchillo y un bidón de gasolina con el que amenazaba con prender fuego el autobús.