Seis personas asesinadas fueron halladas en una casa abandonada en el municipio de Mapiripán, al sur de Colombia. Las autoridades señalaron que, según la primera hipótesis, habría sido producto de un ajuste de cuentas del narcotráfico.
El presidente Iván Duque lamentó el suceso y ordenó el inmediato traslado al lugar del comandante de las fuerzas militares, general Luis Fernando Navarro, para que realice “un Consejo de Seguridad con el fin de adelantar las acciones que permitan esclarecer los hechos”.
El ministro de la Defensa, Guillermo Botero, dijo en una conferencia de prensa que el sitio donde ocurrió la masacre es un lugar muy alejado y despoblado y que varios habitantes señalaron a las autoridades que las personas asesinadas no eran de la zona.
“De pronto es un ajuste de cuentas o el no pago de algún dinero producto de un trabajo ilícito o la lucha por el territorio, pero esto no justifica el asesinato de esas seis personas”, agregó.
«El Ejército hace presencia y Policía Judicial hace recolección de pruebas y versiones para establecer los hechos», explicó el ministro en su cuenta de Twitter.
“No sabemos el motivo y las circunstancias porque estaban en ese lugar, pero en esa zona hay grupos ilegales. No eran de la zona y en este momento estamos esperando que llegue un helicóptero del ejército para que traslade los cuerpos para realizarles las necropsias e identificarlos”, dijo a la cadena local RCN el procurador local Alejandro Góngora.
Agregó que “al parecer cada uno tiene un impacto de bala de fusil y de pistola en la frente”.
El comandante de la Séptima Brigada del Ejército, general Alejandro Fuentes, detalló a Caracol Radio que la tropa llegó al lugar de los hechos, distante unos 500 kilómetros (310 millas) al sureste de Bogotá, donde encontraron los seis cuerpos sin vida.
«La persona que orientó a las tropas en el terreno manifestó que ellos (los asesinados) no eran personas de la región, que no eran personas oriundas de las veredas (aldeas) como tal», añadió el general Fuentes.
Horas después, el comandante de las fuerzas militares, general Luis Fernando Navarro, dijo a los medios: “Acabamos de realizar un consejo de seguridad que duró varias horas y llegamos a la conclusión que los presuntos responsables de estos asesinatos serían bandas dedicadas al narcotráfico que se disputan este territorio y sus rutas respectivas”.
“Las seis personas asesinadas no son de la zona. Estamos en este momento identificándolos”, dijo. Agregó que se ofrece una recompensa de 50 millones de pesos ($156,000) para encontrar a los responsables.
En Mapirián, entre el 15 y 20 de julio de 1997, hombres de las hoy desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) irrumpieron y asesinaron a por lo menos 50 personas, una de las masacres más cruentas del conflicto armado.
Por Servicios combinados