En Cien Fuegos en Santiago hace más de tres meses vive libre con sus siete hijos, pocas autoridades han acudido en auxilio de la joven de 26 años que a sus 14 fue entregada por su tía a un desconocido quien la abusó sexualmente y la mantuvo encerrada durante casi 13 años, tiempo en que él mismo le practicó sus siete partos.
En esta casa del proyecto Niños con una Esperanza, el pastor Pablo Ureña acogió a la joven de 26 años y sus siete crías.
Una mirada cansada, resignada, pasos lentos y actitud pasiva, describen a la muchacha que lamenta le fue arrebatada gran parte de su niñez.
En una nota vía correo electrónico, uno de los hijos de José Lantigua, alias El Barón, quien fue apresado, ofrece la versión con la que pretenden desmentir a Maribel que narra parte de la vida plagada de miserias que vivió, cuando a sus trece años se fue a vivir con un hombre adulto que la embarazó, y practicó siete partos.
Su captor, recuerda Maribel, abusaba sexualmente de una de las hijas que procreó con otra mujer y que hoy tiene apenas 17 años. El hombre la golpeaba a ambas cuando ella se atrevió a reclamarle por tal abuso.
Su familia nunca dio parte a la Policía, aunque el hombre nunca le permitió contacto con sus parientes, o vecinos, sino hasta hace un año.
Los siete niños de Maribel de 11, 9, 8, 6, 5, 3 años y 8 meses tienen anemia y hernias en sus ombligos, pues nunca tomaron leche más allá de la materna que podía producir en condiciones precarias la madre, dada la sumisión sicológica que vivió con el hombre que se hacía llamar cristiano.
Pero más inocente fue su reflexión de este hecho.
El pastor entiende que el hecho, que ocurrió ante la mirada ajena y desinteresada del mundo, le da una bofetada al sistema de Gobierno que no ofrece garantías a la niñez y juventud e hizo un llamado al Ministerio de Educación para que asista a los infantes que solo fueron a la escuela cinco días.