El expresidente Sebastián Piñera repetirá por los próximos cuatro años en el gobierno de Chile.
El exmandatario venció este domingo a su contrincante, Alejandro Guillier, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, lo que lo llevará por segunda vez al Palacio de la Moneda.
De acuerdo con datos del Servicio Electoral (SERVEL), con el 96,31% de las mesas escrutadas, el exmandatario (2010-2014), líder de la nueva coalición de centroderecha Chile Vamos, obtuvo el 54,57% de los votos, mientras Guillier, representante de la agrupación oficialista de centroizquierda Nueva Mayoría, logró el 45,43%.
Esto convierte a Piñera, según medios chilenos, en el presidente más votado en la historia del país desde el regreso de la democracia.
Piñera, -la tercera persona más rica de Chile, según la revista Forbes- se impuso finalmente luego de una primera primera ronda en la que obtuvo un resultado muy inferior a lo esperado: algunos sondeos le daban un 44% de los sufragios, pero finalmente solo obtuvo el 36,64%, mientras Guillier alcanzó el 22,70%.
Según el SERVEL, el empresario se impuso en 13 de las 15 regiones del país, y en diez de ellas superó a Guillier por cinco o más puntos porcentuales.
Poco después de conocer los resultados Guillier reconoció su derrota y aseguró que ya había llamado a su rival para felicitarlo.
«Chile ha dado una señal que tenemos que respetar y de la cual tenemos que aprender. Por esa razón, en esta jornada dolorosa, quiero señalarles que mi familia y yo nos comprometemos a seguir luchando por el Chile que queremos», dijo.
«Debo admitir que nuestro rival supo recoger muchas de nuestras banderas», reconoció.
La presidente saliente, Michel Bachelet, también realizó una llamada a Piñera (transmitida en vivo por la televisión local) en la que lo felicitaba y le preguntaba si lo podía visitar el lunes en la mañana, «como establece la tradición republicana».
Aire de triunfalismo
De acuerdo con el enviado especial de BBC Mundo a Chile, Daniel Pardo, en el comando de Piñera, el aire de triunfalismo era notable desde el momento en que se dio la primera proyección, donde los asistentes ondeaban banderas y cantaban: «Presidente Piñera, presidente Piñera».
«El triunfalismo acá es notable porque 10 puntos de diferencia es enorme e inesperado y demuestra algo que viene ocurriendo hace años: la izquierda está en una crisis de la que le va a costar mucho trabajo salir y renovarse», asegura Pardo.
El enviado especial de BBC Mundo opina que para ganar, la izquierda tenía que movilizar un poco más de gente que en primera vuelta y, sobre todo, generar unidad y esperanza bajo la figura de Guillier entre sus diversos partidos; y eso, estuvo muy lejos de lograse.
Durante su campaña, el exmandatario, de 68 años, prometió duplicar el crecimiento de la economía del mayor productor mundial de cobre, así como mejorar la seguridad ciudadana, la salud, la educación, el transporte y «mejorar la calidad de vida».
Piñera ha sido uno de los críticos más fuertes de los escándalos de corrupción que sacudieron al actual gobierno, y se comprometió a separar la política de los negocios.
No obstante, sus adversarios resaltan que él también fue salpicado por los llamados casos Penta y SQM, entre otros, y lo acusan de defender a sus exministros imputados en estas causas. También ha sido criticado por realizar comentarios machistas.
Para esta segunda vuelta, Piñera recibió el apoyo del excandidato ultraconservador José Antonio Kast, un hombre vinculado al mundo militar y del general Augusto Pinochet, quien obtuvo en primera vuelta casi un 8% de los votos.