BBC. Mundo. El maquinista del tren que se descarriló cerca de Santiago de Compostela, en el noroeste de España, se negó a declarar ante las autoridades este viernes.
Francisco José Garzón, de 52 años, había sido detenido por la Policía de Galicia mientras permanecía internado en el Hospital Clínico de Santiago.
Según informó el jefe superior de la Policía gallega, Jaime Iglesias, el conductor quedó imputado por "imprudencia" y "por un hecho delictivo vinculado a la autoría del siniestro" en el que murieron 78 personas y más de cien resultaron heridas.
Las autoridades habían anticipado que su declaración podía ocurrir "en cualquier momento". Sin embargo, el conductor ferroviario rechazó participar en el interrogatorio de la policía el viernes por la tarde, señaló a la prensa un portavoz de la institución.
Ahora, el caso procederá a "una instancia judicial tan pronto como sea posible", agregó el vocero policial.
El detenido podría pasar a disposición de la Justicia antes de abandonar el mismo hospital, lo que previsiblemente se producirá el sábado.
En tanto, un grupo de compañeros de trabajo de Garzón organizó una rueda de prensa para respaldar al conductor, en la que detallaron que el sector donde se produjo el accidente requiere un cambio "brusco" de velocidad, de 200 a 80 kilómetros por hora, sin que haya un buen sistema de alertas.
"Es un descenso muy brusco para que no esté señalizado de alguna forma", expresó ante los periodistas Manuel Mata, un maquinista que opera en la misma ruta donde ocurrió el accidente.