Berlín.- La actividad sísmica continúa cerca de Grindavík, en el suroeste de Islandia, con más de 300 terremotos registrados desde la medianoche a lo largo de la intrusión de magma, mientras el aumento de los niveles de dióxido de azufre (SO2) medidos en la atmósfera apunta a que se está acercando a la superficie.
La radiotelevisión pública islandesa RUV informó esta mañana de qué dos de los seísmos registrados desde la medianoche fueron de una magnitud superior a 2 y que la actividad es comparable a la registrada en las últimas 24 horas, pero los temblores son mucho menores, por ejemplo, que el viernes pasado.
Agregó que desde las 6.30 horas no se había producido ninguna erupción ni había señales de que fuera a producirse.
Por otra parte, se podía observar que la fisura detectada en Grindavík sigue ensanchándose y moviéndose, señaló.
Benedikt Ófeigsson, de la Oficina Meteorológica de Islandia, señaló el martes que es probable que el magma bajo Grindavík se haya acercado mucho a la superficie, posiblemente unos 500 metros, y precisó que el aumento de los niveles de SO2 medidos en la atmósfera es una prueba de su proximidad.
«El SO2 no se libera del magma hasta muy cerca de la superficie. Sólo en el kilómetro superior«, precisó, citado por RUV.