Tres policías británicos han sido declarados culpables por un jurado después de que una investigación haya demostrado que, en 2010, se dedicaron a visitar páginas web pornográficas y a hacer llamadas personales en la comisaría mientras un prisionero encerrado a pocos metros de ellos moría de un ataque al corazón, según ha informado en su versión en línea el diario «Daily Mail».
El trágico suceso ocurrió, según explica el rotativo, el 4 de agosto de 2010 en la comisaría de Stechford (ubicada al sur de Inglaterra). Aquel día, la policía recogió a Lloyd Butler –un hombre de 39 años-por haber bebido más de la cuenta. Inmediatamente fue encarcelado. Sin embargo, y a pesar de que el prisionero mostró síntomas de mareo y apenas podía mantenerse en pie, los agentes prefirieron no hacerle ninguna de las pruebas reglamentarias y se limitaron a dejarle en una celda.
Poco después, mientras los policías navegaban por páginas pornográficas, el hombre sufrió un ataque al corazón que acabó con su vida, algo de lo que los agentes se dieron cuenta a los pocos minutos. No obstante, la grotesca situación no termino en ese punto, sino que continuó cuando el sargento Albutt decidió falsificar los registros de la comisaría para que pareciese que los funcionarios habían revisado en varias ocasiones el estado en que se encontraba Butler.
«El tratamiento que los funcionarios dispensaron al señor Butlerdemuestra una total indiferencia por los procedimientos policiales establecidos y la decencia humana. La atención que se le brindó es muy inferior a la que debía haber sido. Tales acciones no son las que se esperan de los agentes de la policía británica. (…) Si hubiera sido trasladado al hospital, hoy seguiría vivo», afirma el informe publicado por la Comisión Independiente de Quejas contra la Policía (IPCC).
Fuente: ABC.es