Agentes de la Dirección de Investigaciones Criminales (DCI) de Kenia comenzaron este sábado el rescate de los cuerpos de 16 de los 17 niños fallecidos el jueves en el incendio de una escuela de educación primaria en el centro del país, pues uno murió de camino al hospital.
Los investigadores, entre los que se incluye personal funerario, retomaron sus pesquisas en el internado masculino de la Academia Hillside Endarasha de Kieni, en el condado de Nyeri, tras una primera jornada el viernes en la que no pudieron “hacer mucho” porque estaban “tratando con los padres y las familias”, dijo el agente de homicidios Martin Nyuguto, que lidera la investigación, en declaraciones recogidas por medios locales.
La zona ha sido totalmente acordonada y no se permite el acceso a la prensa al lugar del incendio, que se declaró en torno a la medianoche del jueves al viernes, cuando la mayoría de los estudiantes dormían.
La portavoz de la Policía Nacional, Resila Onyango, detalló el viernes que 16 de los niños, de entre 9 y 13 años, sufrieron quemaduras “hasta quedar irreconocibles”, mientras que otro murió de camino al hospital.
Además, 13 niños permanecen ingresados en hospitales de Nyeri y un número indeterminado de menores están “en paradero desconocido”.
El presidente de Kenia, William Ruto, declaró el viernes tres días de luto nacional entre el lunes y el miércoles de la próxima semana.
Me comprometo a contestar a las difíciles preguntas que se han venido haciendo, como cómo ha podido ocurrir esta tragedia y por qué la respuesta no llegó a tiempo; plenamente, con franqueza y sin miedo ni favoritismos”, afirmó Ruto en una declaración institucional.
La escuela acoge a algo más de 800 alumnos y el pabellón malogrado tenía capacidad para 156 camas, aunque no se ha revelado el número de alumnos presentes en el momento de la tragedia.
El vicepresidente de Kenia, Rigathi Gachagua, que visitó el lugar del siniestro el viernes, dijo que 86 alumnos habían sido localizados, y pidió a la población no hacer conjeturas sobre el número total de muertos o la causa del fuego.
“El término es ‘en paradero desconocido’. Esto no significa que perecieran durante el incidente nocturno”, apostilló.
La tragedia ha evocado recuerdos de otros incendios que se cobraron vidas en el pasado en escuelas de Kenia, como el desastre de 2001 en el internado de la escuela de secundaria de Kyanguli en el condado de Machakos, fronterizo con Nairobi.
En ese incendio, causado intencionadamente por dos estudiantes, murieron 67 alumnos de entre 15 y 19 años.
Otro fuego se declaró en 1998 en un internado de la escuela de secundaria para niñas de Bombolulu, en el condado de Kwale (sur), en el que fallecieron 26 chicas.