Australia hará todo lo posible para hallar el avión de Malaysia Airlines desaparecido hace tres semanas, y no pone límites de tiempo o gasto a la búsqueda, aseguró hoy el premier Tony Abbott durante una visita a la base de Pearce, al norte de Perth, desde donde despegan los aviones de siete países que trabajan en las operaciones.
«Este es un grave incidente internacional y Australia tiene una responsabilidad de conducción de las operaciones dentro de nuestra zona de búsqueda y auxilio», agregó Abbott.
Las autoridades australianas anunciaron ayer que los objetos recuperados el sábado en el Océano Indico no pertenecen al vuelo MH370 desaparecido. Según la Autoridad de Seguridad Marítima Australiana, los objetos reflotados el sábado por dos barcos, el Haixun 01 de China y el HMAS Success de Australia, son materiales de pesca o basura
«Es una operación extraordinariamente difícil. Estamos buscando en una vasta zona del océano y trabajando con información bastante limitada», explicó Abbott. «Las mejores mentes del mundo se aplican en este trabajo. Estamos utilizando todos los avances tecnológicos así que, si este misterio tiene solución, lo solucionaremos», añadió el gobernante.
El primer ministro de Malasia, Najib Razak, viajará el miércoles próximo a Pearce para ver personalmente las operaciones de búsqueda, anunció el ministro malasio de Defensa, Hishamudin Husein.
La coordinación de las búsquedas en el Océano Indico fue confiada al ex comandante de las Fuerzas Armadas australianas Angus Houston. En el nuevo Centro de Coordinación Conjunto (JAAC) en la base de Pearce se fijó el punto de reunión de los familiares de los pasajeros que quieran ir a Australia, donde tendrán a disposición intérpretes y apoyo psicológico.
Eventuales restos del avión serán llevados a los laboratorios de Fremantle, cerca de Perth, para ser analizados. Una nota diplomática fue enviada a todos los países involucrados en las investigaciones para confirmar que los restos deben ser llevados a Australia.
Australia, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Malasia y Nueva Zelanda cooperan en el reconocimiento de una extensa zona del Indico a unos 1.850 kilómetros al oeste de Perth, en busca de una pista o un resto que confirme que se sigue el camino correcto.
Diez aviones y diez buques intervinieron en esta jornada de operaciones, que cubrió un área de 254.000 kilómetros cuadrados. Se han avistado numerosos objetos, pero hasta la fecha ninguno ha correspondido al avión perdido.
Aunque el número de países que participan activamente en la búsqueda diaria ha descendido a siete, un total de 26 llegaron a colaborar durante las primeras semanas, hasta que los expertos concluyeron que el avión cayó en el sur del Índico. «Esto demuestra que en causas humanitarias, las naciones de esta región pueden unirse por el bien de la humanidad, pueden trabajar para solucionar este misterio extraordinario», señaló Abbott.
Fuente: Agencias