El viaje sin anunciar del presidente venezolano Nicolás Maduro a Cuba esta semana, con el aparente motivo de rendir homenaje al fallecido Fidel Castro, ha avivado las denuncias sobre la influencia del gobierno de Raúl Castro en la actual crisis en Venezuela.
“Así que el Sr. Maduro viajó anoche [el lunes] en secreto a Cuba. ¿A qué iría? Ha ido más a la Habana que a Maracaibo o San Cristóbal” comentó en Twitter el líder opositor Henrique Capriles.
“¿A qué fue el señor Maduro”, continuó en un video emitido este miércoles a través de Periscope. “¿A entregar más nuestro petróleo, a comprometer más a la fuerza armada, fue a buscar refuerzos de militares cubanos para que sigan…dirigiendo a los militares venezolanos?”, añadió el gobernador del Estado Miranda.
En la medida en que la crisis política en ese país se ha agudizado, los opositores venezolanos y cubanos han redoblado las criticas a lo que consideran como una injerencia perniciosa del gobierno de La Habana en la situación interna en Venezuela.
“El castrismo ensaya y aplica en Venezuela toda su tecnología represiva”, escribieron en una declaración 42 opositores cubanos. “Desde La Habana se diseña la estrategia para instalar el totalitarismo y se envían los agentes necesarios para concretar sus objetivos. El régimen chavista, plagado de corrupción y narcotráfico ha sido su aliado perfecto”, señalaron.
Los firmantes—entre los que se encuentran Berta Soler, Guillermo Fariñas, José Daniel Ferrer y Antonio Rodiles—destacaron que “Raúl Castro, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, [el coronel e hijo del actual gobernante]Alejandro Castro deben ser responsabilizados por igual sobre la situación desastrosa que se vive en la nación hermana”.
Para la oposición venezolana este es un tema tan importante que en la declaración de rechazo al comentario del presidente Donald Trump sobre una opción militar en Venezuela, la Mesa de la Unidad señaló también que esa nación ha sido “intervenida militar y políticamente por Cuba no solo afectando nuestra soberanía e independencia, sino también constituyendo una de las principales causas de la violencia y la represión por parte del Gobierno”.
El viaje de Maduro para reunirse con Castro, inicialmente mantenido en secreto y solo confirmado por los medios cubanos el miércoles, apunta además a otra de las críticas frecuentes que ha recibido el gobernante venezolano: que actúa bajo la asesoría política cubana.
“Creo que la salida de la nueva Asamblea Nacional Constituyente fue fraguada en Cuba”, comentó el periodista y escritor Carlos Alberto Montaner. “Con la Constitución de 1999 no podían hacer una revolución comunista. Les hacía falta un modelo más hermético porque la experiencia del gobierno cubano es que si construyen un aparato de defensa del modelo político, ellos sobreviven”.
Castro recientemente felicitó a Maduro por la instalación de la Asamblea en una carta en la que sintetizó el consejo de su gobierno: resistir y apelar a la “unidad del pueblo”.
“La experiencia demuestra que cada acto de terror levanta la moral del pueblo, cada agresión lo hace más fuerte, cada golpe fortalece la unidad”, escribió Castro.
Castro pronosticó “días de fuerte lucha, de acoso internacional, de bloqueos, de limitaciones; pero también serán días de creación y trabajo para los revolucionarios y todo el pueblo venezolano que, como hasta hoy, no estará solo y nos tendrá a los cubanos, en la primera fila de la solidaridad militante y más comprometida con su causa”.
Para Cuba la estabilidad del gobierno de Maduro es vital pues Venezuela es su principal socio comercial y proveedor de combustibles a precios subsidiados, gracias a un acuerdo de intercambio de petróleo por servicios médicos firmado en el años 2000.
Aunque los suministros de petróleo han disminuido considerablemente desde el pico de 100 mil barriles diarios, Maduro sigue comprometido con cierto nivel de abastecimiento que ha impedido un colapso en la isla. Hasta cuándo podrá hacerlo, teniendo en cuenta la aguda crisis financiera que enfrenta su gobierno, sigue siendo una interrogante.
Mientras tanto, la oposición venezolana lleva años denunciando la presencia cubana. A partir de la consolidación de la alianza entre Hugo Chávez y Fidel Castro, Cuba amasó un considerable poder dentro de ese país, haciéndose del control de las cédulas de identidad y pasaportes así como de las redes institucionales de PDVSA y de ministerios públicos. En 2012, la entonces diputada María Corina Machado había pedido investigar al Grupo de Cooperación y Enlace (GRUCE) de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba dirigido por el General de División Ermio Hernández Rodríguez por su intervención en asuntos de competencia de la Fuerza Armada Nacional.
“Como dijo el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, en una audiencia del Senado el 19 de julio [de este año], hay aproximadamente 15.000 militares y fuerzas de seguridad del régimen cubano que actúan ‘como un ejército de ocupación de Cuba en Venezuela’”, comentó el congresista por la Florida Mario Díaz-Balart.
“El mundo necesita conocer y enfrentarse a la ocupación de Venezuela por parte del régimen cubano”, continuó, “y necesita apoyar los reclamos del pueblo venezolano de democracia y los derechos humanos básicos”.
Sin embargo, el tema no ha sido abordado claramente por el gobierno estadounidense, pese a que ha impuesto sanciones a funcionarios venezolanos y está escribiendo nuevas regulaciones para prohibir los negocios con empresas cubanas controladas por los militares.
El Departamento de Estado declinó contestar preguntas sobre si el gobierno de Estados Unidos siente preocupación por la injerencia cubana en Venezuela y si ha tratado este asunto con países de la región con los que ha colaborado para presionar a Maduro. Pero en una entrevista reciente, el director de la CIA, Mike Pompeo, subrayó que la presencia cubana y de países hostiles como Rusia o Irán en Venezuela justificaba el interés de EEUU en la crisis de ese país.
“Los cubanos están allí, los rusos están allí, los iraníes y Hezbolá están allí. Eso es algo que pone en riesgo a nuestro país”, dijo Pompeo a Fox.
Para el abogado Jason Poblete, quien sigue de cerca la política estadounidense en el hemisferio, los intereses de Cuba de mantener los suministros de petróleo venezolano, están detrás de los esfuerzos del gobierno de La Habana de apuntalar a Maduro a toda costa.
“Cuba está interesada en proteger el petróleo. Si tú quieres resolver el problema venezolano, tienes que resolver el tema cubano”.
Fuente: El Nuevo Herald