El gobierno de la canciller de Alemania, Angela Merkel, planea una devolución de impuestos para las personas que trabajan desde sus casas durante la pandemia de COVID-19, para ayudar a compensar los mayores costos de calefacción, electricidad y otras facturas.
La coalición de Merkel informó que había acordado una propuesta que permitiría a los empleados que trabajan desde sus casas reducir su factura anual de impuestos en 5 euros (6 dólares) por día laborable, hasta una cantidad máxima de 600 euros por año.
El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, afirmó que la legislación propuesta, que se espera sea aprobada por el parlamento en diciembre, es “buena para los trabajadores” y “no representa un gran desafío fiscal para el estado alemán”.
Pero con millones de empleados trabajando desde sus salas de estar y mesas de la cocina para reducir el riesgo de transmisión de COVID-19, han aumentado las llamadas para que se relajen las reglas.
Los cálculos del Instituto de Investigaciones Económicas de Múnich (Ifo) muestran que alrededor del 56% de los empleados alemanes podrían potencialmente trabajar desde sus casas de manera temporal.
La deducción fiscal prevista fue la “respuesta flexible” a esto, dijo a la AFP.
Es probable que el cambio masivo de este año a trabajar desde casa para reducir el riesgo de transmisión de COVID-19 conduzca a cambios en el lugar de trabajo que sobrevivirán a la pandemia.
La semana pasada, el mayor prestamista de Alemania, Deutsche Bank, manifestó que estaba considerando permitir a los empleados trabajar fuera de la oficina de forma permanente durante dos días a la semana, según Bloomberg News.