Al menos tres personas murieron y 70 permanecen desaparecidas cuando el crucero de lujo «Costa Concordia», en el que viajaban 4.229 personas entre ellos 52 niños menores de seis años, encalló la noche del viernes en un banco de arena cerca de la pequeña isla italiana de Giglio. En ese momento, los pasajeros del crucero italiano revivieron escenas del mítico «Titanic». Los pasajeros, en su mayoría italianos, alemanes y franceses así como 188 españoles se encontraban cenando en uno de los múltiples comedores del crucero de lujo cuando escucharon un fuerte estruendo. Inmediatamente se fue la luz en el barco y se sintió un gran impacto. «Estábamos en el caos absoluto, ninguno de la tripulación sabía decirnos qué hacer, la nave comenzó a inclinarse y todos fuimos lanzados unos sobre otros, cayendo e hiriéndonos», refiere una familia italiana.
De inmediato, el capitán intentó calmar a los pasajeros asegurando que se trataba de un problema eléctrico. Sin embargo, las escenas de pánico se sucedieron rápidamente cuando los turistas se percataron de que la nave se estaba inclinando. El miedo se desató cuando poco después cuando fueron invitados a ponerse el chaleco salvavidas y a subir al puente para situarse ante las lanchas de emergencia.
Escenas de pánico
Cuando los allí reunidos se dieron cuenta de que no se trataba de un problema eléctrico y que estaba entrando agua en el buque, se vivieron escenas de pánico y empellones a la hora de embarcar en las lanchas salvavidas y en las patrulleras de los bomberos de los puertos de Civitavecchia y de Livorno.
El buque, que partió el viernes del puerto de Civitavecchia, cerca de Roma, para realizar una gira turística por el Mediterráneo, encalló en un banco de arena cerca de la isla de Giglio, en el sur de la Toscana.
El barco encalló y se abrió una fuga de agua que hizo que la nave se escorara
Tras encallar, se abrió una vía de agua en el casco y el barco se escoró ligeramente, y los 3.200 pasajeros y el millar de tripulantes fueron trasladados a los botes salvavidas en plena noche. Unidades de la Guardia Costera, así como ferrys que cubren la ruta entre la costa de la Toscana y la pequeña isla de Giglio, acudieron a la zona para participar en las tareas de evacuación de pasajeros y tripulación. La operación estaba siendo coordinada por el puerto de Santo Stefano y los carabineros.
«Estamos en una situación de emergencia,» aseguró el alcalde de la pequeña isla de Giglio, cuyos habitantes comenzaron a preparar sus casas para acoger a los miles de pasajeros del crucero de lujo. El alcalde de Giglio, Stavros Dinmas, temía que el balance de muertos aumentara a lo largo de la noche al complicarse las tareas de evacuación.
Sin embargo, la isla de Giglio es demasiado pequeña para hospedar a 4.200 personas, por lo que la región de Toscana a la que pertenece activó un plan de socorro para que los náufragos fueran transportados al elegante puerto de Santo Stefano.
El barco pertenece a la flota de la empresa Costa Cruceros, con sede en Génova y entró en servicio en el año 2006. El crucero salió de la ciudad costera italiana de Savona, con escalas previstas en Civitavecchia, Palermo, Cagliari, Palma de Mallorca, Barcelona, Marsella y regreso a Savona, según explicó la naviera.