El mayor desafío que tiene la República Dominicana es convertir su crecimiento económico en un mayor bienestar social que permita reducir las brechas de pobreza y desigualdad aseguró hoy la representante del Banco Interamericano de Desarrollo.
Flora Motealegre entiende que el país debe aprovechar su bonanza económica para realizar reformas estructurales que permitan mejorar la calidad de vida de todos los dominicanos, en especial de la población que se siente excluida.
Y es que pese al alto crecimiento económico superior al registrado en la región, sus niveles de pobreza y desigualdad son más altos que el promedio.
Dictó una conferencia sobre los retos y oportunidades al desarrollo económico en la República Dominicana, en el Almuerzo de la Cámara Americana de Comercio.
Aumentar la productividad y expandir las oportunidades de empleo productivo, la provisión de los servicios públicos para el fortalecimiento del capital humano y mejorar la institucionalidad, y la gestión de los recursos públicos fueron los tres grandes retos que a juicio de la representante del organismo internacional, enfrenta el país.
Dijo que en los últimos años la deuda pública se ha incrementado producto de los persistentes déficits fiscales, que la evasión de los impuestos es una práctica bastante generalizada, y que las altas pérdidas en el sector eléctrico representan una carga fiscal insostenible.
Montealegre consideró que para un país de los niveles de ingreso de República Dominicana, no deberían observarse las elevadas tasas de mortalidad infantil y mortalidad materna, ni los niveles de embarazo adolescente y de feminicidios que se registran actualmente.

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