Servidores Públicos de la Contraloría General de la República  (CGR) recibieron una charla sobre Uso Eficiente de Energía, cuyo objetivo es ahorrar recursos a través de la racionalización de la electricidad, tanto en la entidad, como en sus hogares.
 
La orientación, realizada en el Centro de Capacitación de Política y Gestión Fiscal, estuvo a cargo del ingeniero Héctor Santana, representante de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), quien tiene una especialidad en eficiencia energética y ahorro de energía y una Maestría en Ingeniería de Recursos Naturales para el aprovechamiento de las energías renovables, de la universidad politécnica de Cataluña, España.
 
El Licenciado Francisco Liranzo, Sub Contralor General de la República, ofreció la bienvenida a los asistentes, en representación del licenciado Rafael Germosen Andújar, contralor General, quien se encontraba agotando una apretada agenda de trabajo.
 
Liranzo resaltó la importancia de conocer los mecanismos y herramientas para eficientizar el uso de la energía.
 
De su lado, Santana expresó que para lograr un uso eficiente de energía hay que tomar en cuenta que se deben utilizar los equipos electrónicos y encender las luces del lugar de trabajo, sólo cuando sea necesario.
 
El experto explicó que el consumo de energía depende del número y tamaño de los equipos que están instalados, tanto en la oficina como en los hogares y de las condiciones de operación de cada uno de ellos, así como también, del tiempo de uso de cada herramienta. 
 
“Es importante estudiar las posibilidades de ahorro energético y desarrollar campañas tendentes a lograr un uso eficiente de la electricidad, porque la población demanda más electricidad de lo que se produce en el país”, manifestó.
 
En ese sentido, detalló que aproximadamente el 50% de la generación proviene de plantas termoeléctricas que trabajan con petróleo o sus derivados, hidrocarburos que no se originan en el país.
 
Algunas de las acciones que sugirió el experto para reducir el consumo son: Sustituir bombillos de alto consumo (incandescentes) por otros ahorrativos (fluorescentes) de 14 a 20W; Aprovechar al máximo la iluminación natural en las áreas externas, pasillos y áreas de poco esfuerzo visual; Establecer el número de lámparas en base a la necesidad de luminarias de los puestos de trabajo;  Apagar las luces cuando se sale de la oficina; Eliminar la infiltración de aire (fuga de aire por rejillas y persianas que no cierran completamente) y evitar realizar la limpieza de las oficinas con los aires acondicionados encendidos.
 
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