Hay muchos números que dicen la razón del porqué el novato dominicano Juan Soto, de los Nacionales, está deslumbrando en sus primeros 23 juegos de Grandes Ligas.
Su promedio de bateo es de .312 (77-24), con cinco jonrones, con un porcentaje de embasarse (OBP) de .404 y slugging de .571 para un OPS de .976. Le batea .385 en 31 apariciones al plato contra los zurdos.
Teniendo en cuenta todo lo que ha hecho para llegar a las Grandes Ligas con apenas 19 años, y todo lo que ha logrado desde su llegada con los Nacionales, es fácil imaginar a Soto convertirse en una de las estrellas más importantes del juego.
Es fácil imaginar que se convierta en el rostro de los Nacionales si Bryan Harper se va a otro lugar o, tal vez, incluso si no lo hace.
Con lo que Soto está haciendo a los 19 años es fácil imaginarlo teniendo un gran impacto. “Nos hace pensar en Miguel Cabrera con los Marlins de 2003”, dijo un cazatalentos de la Liga Nacional.
“O Andruw con los Bravos de 1996, quienes llevaron a sus equipos a la Serie Mundial”.
Cabrera acababa de cumplir 20 años cuando debutó con los Marlins en junio de 2003. Jones tenía 19 años cuando los Bravos lo trajeron a las Mayores en agosto de 1996.
“El exjugador y comentarista de Grandes Ligas Joe Garagiola me enseñó hace mucho tiempo que no hay límite de tiempo para el talento”, dijo el gerente general de los Nacionales Mike Rizzo, quien añadió: “Algunos jugadores son simplemente diferentes. Algunos son especiales, desde la primera vez que los ves. Si miras a Juan Soto sabrás que es uno de los especiales”.
“Cuando fuimos a verlo por primera vez a la República Dominicana lo vi jugar durante varios días”, dijo Rizzo. “Sabíamos de dónde venía. Vimos un tipo de personalidad realmente formal, limpia y profesional, educada, inteligente como un libro, pero también su coeficiente intelectual de béisbol era tan bueno como cualquier chico de 16½ años que haya firmado”.