La selección de básquet de Estados Unidos se presenta en Tokio con la casi obligación de regresar con el oro, pero las complicaciones derivadas de la pandemia, la adaptación a las reglas internacionales y un puñado de rivales capacitados para darles un susto amenazan con aguarles la fiesta.
Todo lo que no sea un oro en el cuello es un fracaso para los herederos del ‘Dream Team’ que maravilló al mundo en los Juegos de Barcelona-1992.
Así de alto está siempre el listón para los mejores jugadores de la NBA, tres oros consecutivos en los Juegos desde que Argentina les diera un revolcón en las semifinales de Atenas-2004.
Pero las condiciones en las que llega el grupo dirigido por Gregg Popovich son al menos delicadas. Los jugadores afrontan los Juegos tras prácticamente enlazar dos temporadas consecutivas de la NBA.
En las últimas semanas una preparación ‘exprés’ en Las Vegas, marcadas por las bajas (Bradley Beal por covid y Kevin Love por lesión) y en la que no participaron los tres finalistas de la NBA (Khris Middleton y Jrue Holiday de los campeones Bucks, Devin Bucker de los Suns), que se incorporarán al grupo el sábado, en la víspera del debut ante Francia -en un grupo A que completan República Checa e Irán-.
Por Beal y Love entraron a última hora Keldon Johnson (Spurs) y Javale McGee (Nuggets) para completar un equipo de alto nivel, pero algo lejos de los excepcionales grupos de anteriores Juegos.
Su líder será Kevin Durant, el único superviviente de Rio-2016 junto a Draymond Green.
“Siento que nos va a ir bien cuando empecemos a jugar partidos de verdad, así que fue algo bueno recibir pronto un puñetazo en la boca para recordarnos que esto no va a ser un paseo”, señaló el alero de los Brooklyn Nets haciendo referencia a las derrotas en la preparación ante Nigeria y Australia, endulzadas con los triunfos sobre Argentina y España.
Precisamente las dos últimas, subcampeona y campeona mundial, y Australia figuran entre las candidatas a batir a Estados Unidos, junto con la Eslovenia de la superestrella NBA Luka Doncic, o Francia.
Una derrota en cuartos ante el equipo galo supuso a Estados Unidos caer hasta la séptima plaza del último Mundial -su peor clasificación histórica-, en China hace dos años, aunque el grupo que tuvo Popovich tenía un potencial inferior al actual.