PORT CHARLOTTE, Florida — Mientras el dominicano Miguel Angel Sanó disfrutaba de un gran momento como novato en Minnesota la campaña pasada, pocos sabían que el toletero también estaba de luto.

Sanó, de 22 años de edad, estaba lidiando con la muerte de su hija, Angélica, quien nació en la República Dominicana el 22 de noviembre del 2014, pero falleció una semana después debido a un defecto cardíaco, informó el diario New York Times el fin de semana pasado.

«Fue bastante difícil», expresó Sanó. «Cuando estaba en Doble-A lloraba todos los días por eso. Pensaba en eso — la muerte de tu primera bebé».

Sanó dijo que fue especialmente duro para su esposa Daniela, quien ha estado con el guardabosque desde que tenía 15 años de edad. Pero después de que se dio a conocer públicamente de la muerte de su hija, Daniela le dijo a Sanó que quería intentar tener otro bebé.

«Dios me dio algo especial, pero se lo llevó de vuelta», manifestó Sanó. «Entonces, necesito el apoyo de mi familia».

La noticia de la tragedia de Sanó sorprendió a algunos en el clubhouse de Minnesota, incluyendo al dirigente Paul Molitor.

«Lo mantuvo en privado», señaló Molitor. «No estaba enterado de la situación en aquel entonces. Obviamente, fue algo horrible».

El gerente general de Minnesota, Terry Ryan, fue uno de los pocos miembros de la organización que estaba enterado de la muerte de la hija de Sanó poco después de que sucedió, pero dijo que decidió no decir nada hasta que Sanó estuviera listo para contar su historia.

«Como cualquiera, el tiempo de luto fue largo para él, pero no era algo que estaba dispuesto a divulgar porque era algo personal», dijo Ryan. «Para un hombre de 21 o 22 años, o para cualquiera, es difícil tener que pasar por eso».

MLB

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