Miami, Florida. Señoras y señores, la República Dominicana está en las semifinales del Clásico Mundial de Béisbol.
Erick Aybar y José Reyes conectaron batazos remolcadores en la novena entrada y Fernando Rodney tiró un noveno perfecto para que la República Dominicana derrotara 2-1 a los Estados Unidos y lograra su pase a San Francisco.
Los Estados Unidos anotaron una carrera en la primera entrada cuando Samuel Deduno dio un boleto con las bases llenas.
Luego Hanley Ramírez sacó la bola del parque en el segundo episodio para igualar el encuentro en un duelo de pitcheo que llegó empatado a la novena entrada.
Deduno trabajó cuatro entradas de cinco hits y una sola vuelta, seguido de Kelvin Herrera, Octavio Dotel y Pedro Strop, que en tres episodios solo cedieron un hit.
El pitcheo estadounidense también fue efectivo, con Dickey lanzando cinco entradas de cinco hits y una carrera.
Luke Gregerson, Tim Collins y Steve Cischek se encargaron de mantener el partido pegado al limitar a un indiscutible a los quisqueyanos.
Pero en el noveno y ante el cerrador Craig Kimbrel, los bates dominicanos encontraron la forma de producir… y en qué momento.
El jardinero Nelson Cruz abrió con un doble al jardín derecho y Carlos Santana lo movió a tercera con un batazo por segunda base.
En ese momento, Ricardo Nanita fue sustituido por Erick Aybar como bateador emergente y a pesar de un conteo de bolas y strikes muy cuestionable del umpire cubanoamericano Angel Hernández, Aybar produjo un sencillo remolcador de una carrera.
Luego Aybar se robó segunda base y José Reyes produjo un sencillo remolcador de Aybar para darle dos carreras de ventaja a los quisqueyanos.
El cerrador Rodney entró en el noveno episodio y consiguió su cuarto salvamento del Clásico Mundial de Béisbol, en el que ha lanzado en todos los partidos de su país.La victoria fue para Strop (3-0) al completar una entrada de solo un hit y los dominicanos ya tienen su ticket para San Francisco.
La derrota fue para Kimbrel (0-1) con dos tercios de entrada de tres hits y dos carreras en la causa perdida de los estadounidenses.
Escrito por: DIONISIO SOLDEVILA