El deporte juega un papel fundamental en el bienestar de la gente, y a pesar de su importancia los recursos estatales destinados al sector no crecen y en muchos casos se reducen.
Las múltiples necesidades del Estado son muchas y asumirlas todas es una carga operacional, de costos y burocrática inmensa, que a pesar de su papel como ente de bienestar social lo hace tedioso y en muchos casos actúa en detrimento de ciertos sectores, en el caso particular en el deporte.
El Estado no puede asumirlo todo y la participación público-privada es promovida, es así como muchos países y este no debe ser la excepción, conscientes de la insuficiencia de los recursos públicos, promueven leyes de mecenazgo con el fin de que exista una mayor participación del capital privado, y por eso aplaudimos de pie esta iniciativa.
Pero, para que la misma sea atractiva para el empresariado local, leyendo el proyecto actual nos surgen inquietudes, que más allá de cuestionamientos, son recomendaciones a tomar en cuenta para que la misma sea efectiva y eficiente.
Acogerse a la ley de Asociación sin Fines de Lucro, resultaría en estudiar caso por caso y ver si aplican los incentivos fiscales propuestos, por lo tanto, esta ley debiera de decir de manera expresa que porcentaje aplicaría para ser aplicado fiscalmente a este tipo de donación y al mismo tiempo debiera ser diferente entre persona física y persona moral.