La tarde de este lunes cientos de personas continuaban dejando la capital para dirigirse a pueblos del interior a fin de pasar la noche buena con amigos y familiares.
Ante la gran cantidad de pasajeros, algunos cobradores discriminan a las personas por su peso.
Con maletas, bultos y fundas, no importa la valija, todos apresurados esperan montarse rápido en un autobús y llegar a sus lugares de origen.
En tanto a otros se les dificultaba montarse por alegado exceso de bultos.
Los operadores de rutas del Cibao aseguran que los precios en los pasajes no han aumentado.
Ante el éxodo, en toda la ciudad reinaba un tapón vehicular en horas conocidas como no pico, lo que demanda de programación de rutas practicas al momento de salir.
