Traumatizados han quedado los residentes en el Kilómetro 8 de la Carretera Sánchez por la tragedia donde Víctor Alexander Portorreal asesinó a su esposa y los tres hijos de esta, exigen además que se limpie la residencia de donde continúa emanando un fuerte hedor.
La residencia donde ocurrió el cuádruple crimen fue fumigada este domingo por personal de Salud Pública pero aun no se ha limpiado, allí los gusanos anda por doquier. Desesperado por el mal olor algunos vecinos habían contemplado quemar unos neumáticos en el balcón.
Pero los más afectados por la tragedia son los niños. Cuentan los vecinos que muchos no duermen por las noches y se resisten a pasar por el callejón donde ocurrieron los hechos.
Wilse Jean Batiste, vive en el primer piso de la casa donde aparecieron los cuerpos en estado de descomposición, pero desde entonces su esposa y sus tres hijos se resisten a volver al lugar, por ello contempla mudarse cuanto antes.
Algunos sostienen la versión de que la mujer, Reyna Isabel González pertenecía a la misma secta que Portorreal, y su intención de retirarse habría provocado el fatal desenlace.
Mientras nos encontrábamos en el lugar, se generó una riña entre dos jóvenes, luego de que uno habría agredido al otro mientras éste cargaba a su hija.