Personalidades del ámbito político, cultural y educativo dieron el último adiós al laureado escritor y Premio Nacional de literatura 2005, Diógenes Valdez, cuyos restos fueron sepultados este domingo en su natal San Cristóbal.
Sobre su féretro llovieron los elogios a su condición humana y prolifera trayectoria profesional.
Fue en medio de una misa de cuerpo presente en la funeraria Sávica de San Cristóbal en la que familiares, amigos y representantes de instituciones resaltaron sus aportes.
Diógenes Valdez ostentaba el cargo de Embajador Cultural de la embajada de Alemania, fue director de la Biblioteca Nacional y además del premio nacional de literatura, ganó en 3 ocasión el Premio Nacional de Cuentos y el premio Siboney, entre otros reconocimientos.
Entre sus obras figuran: El silencio del caracol, La telaraña, Lucinda, Palmares, Todo puede suceder un día, Del imperio del caos al reino de la palabra y Motivos para aborrecer a Picasso.
En la calle el cortejo pasaba desapercibido por unos, pero reconocidos por otros que en las esquinas enarbolaban pancartas con mensajes a su persona.
La última morada del literato yace en el Cementerio Sainagúa de San Cristóbal donde fue sepultado.
El cuentista, novelista y crítico murió a la edad de 73 años de complicaciones cardíacas.