La persistente grave violación de derechos humanos fundamentales en el país volverá a ser materia de examen internacional mañana lunes 12, cuando el Comité para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas celebrará una audiencia especial en su sede de Nueva York, para verificar si se han enmendado situaciones preocupantes a las que desde hace varios años da seguimiento.

            Lo que nos espera son nuevas denuncias y documentaciones de atrocidades policiales que ya son parte de la política del Estado dominicano, puesto que se repiten incesantemente gobierno tras gobierno y cada vez con mayores niveles de barbarie, primitivismo e impunidad, como quedó de manifiesto, como simple ejemplo, en el asesinato el miércoles del joven Freddy Florián Martínez, después de ser esposado por una patrulla policial, que todavía insatisfecha baleó también a su protestante esposa Berenice Machado, y agredió a la madre de ésta Vilma Adonis de Machado.

            En la sesión de mañana las autoridades dominicanas están convocadas a presentar un documento donde deben detallar las medidas que han adoptado para cumplir con el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del que el país es suscriptor. Pero en la misma también serán escuchados los testimonios de las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos humanos.

Se sabe que para participar en el evento viajaron a Nueva York representantes de unas cinco instituciones locales, pero por lo que se adelanta el gran protagonismo está siendo asumido por la prestigiosa Amnistía Internacional que en noviembre pasado entregó aquí un libro con el dramático título de “Cállate si no quieres que te matemos”, en el que documenta cientos de asesinatos y otras graves violaciones a los derechos humanos por parte de la Policía Nacional y reclama enmiendas y reformas fundamentales.

En las dos últimas semanas, Amnistía Internacional ha vuelto a denunciar la situación, la última vez este viernes 9, cuando al referirse a la sesión de mañana, su investigadora pára el área del Caribe, Chiara Liguori, calificó como “extremadamente preocupante” el estado de derechos en el país.

Las denuncias no se limitan a la política policial de ejecuciones, sino que abarcan también desconocimiento de derechos de niños, niñas y adolescentes, trata de personas, discriminación y tratos inhumanos contra los inmigrantes haitianos y despojo de la nacionalidad a miles de dominicanos descendientes de haitianos que fueron documentados durante décadas, lo que en los últimos cinco años se ha constituido en uno de los mayores escándalos internacionales en materia de derechos fundamentales.         

            Frente a las denuncias de organismos nacionales e internacionales la respuesta de las autoridades dominicanas ha sido simplista, tratando de atribuirlo a una especie de complot o interés en el descrédito del país, parapetadas en un chovinismo que pretende ignorar que la globalización no es sólo económica y en las comunicaciones, sino también integralmente, y en materia derechos humanos, sociales, económicos y políticos.

            Para el que pretenda ignorar de lo que se trata cuando se habla de atrocidades policiales y no se enteraron de lo que ocurrió el mes pasado a la artista Miriam Cruz, esposo y acompañantes, que lean la crónica publicada ayer sábado en la primera página de El Caribe, donde se detalla la criminal agresión contra el joven Florián Martínez.

            En resumen: Llegó a su casa del barrio Puerto Rico, sector Los Minas, a las 5.30 de la tarde. Al desmontarse del automóvil una patrulla que lo seguía lo rodea, lo detienen y esposan al tiempo que lo golpean. La esposa corre a los gritos del vecindario y discute con los agentes reclamando el cese de los golpes. El advierte que no la maltraten porque está embarazada. La tiran al piso. Se para y le balean una mano. Le pegan tres tiros al esposo, uno de los cuales por la espalda le atraviesa el cuello. Sería mortal.  Otro disparo roza la frente de la suegra. Todo delante de múltiples testigos.

La patrulla aduce que él conducía a alta velocidad y no atendió una orden de detenerse, por lo que lo siguieron, considerándolo sospechoso. Mantenía a su familia vendiendo ropa. Deja tres niños huérfanos. Pónganle nombre a estos acontecimientos que ya son cotidianos.-        

Escrito por: Juan Bolívar Díaz

 

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