La tregua en Gaza, un alto el fuego de 72 horas, anunciado anoche bajo el auspicio de Estados Unidos y la ONU, nació muerta. Comenzó a las 8 hs (2:00 en la Argentina). Dos horas después había sido violada, con el lanzamiento de ocho cohetes palestinos, el contraataque israelí -que dejó cerca de 30 palestinos muertos-, y el posible secuestro de un soldado judío.
«Las primeras informaciones sugieren que un soldado de las fuerzas de defensa de Israel ha sido secuestrado por terroristas», durante una operación que pretendía destruir los túneles de Hamas cuando estaba en vigor un alto el fuego, anunció el ejército en un comunicado.
Este secuestro puso en el congelador el arranque de las negociaciones de paz en Egipto, que debían comenzar hoy en paralelo con el inicio de la tregua.
Además, el funcionario del Ministerio de Salud Ashraf al-Kidra dijo aThe Associated Press que más de 100 palestinos resultaron heridos hoy como resultado del fuego de artillería israelí en la ciudad de Rafah y sus alrededores. Según periodistas en el lugar, los disparos israelíes proseguían a principios de la tarde, impidiendo a los servicios médicos acceder a las víctimas.
El cese al fuego de tres días quedó en ruinas cuando el ejército israelí anunció que los milicianos en Gaza habían disparado ocho cohetes y morteros contra Israel desde que comenzó la tregua, uno de los cuales fue interceptado.
La reanudación de los enfrentamientos fue inmediata.
El gobierno israelí acusó al movimiento islamista palestino Hamas, que gobierna en Gaza, y a sus aliados de «violación flagrante» del alto el fuego.
Israel y Hamas habían aceptado en la madrugada del viernes una tregua humanitaria de 72 horas. En El Cairo, estaba previsto el inicio de negociaciones para tratar de poner fin a este devastador conflicto que ha dejado en 25 días más de 1.450 palestinos muertos, en su mayoría civiles, así como a 61 soldados israelíes y tres civiles en Israel.
Pero dos horas después de la entrada en vigor del alto el fuego, las sirenas volvieron a ulular en Israel para avisar de un disparo de misil cerca de Rafah, y la artillería israelí respondió.
El alto el fuego de 72 horas debía arrancar en un marco adverso y de absoluta volatilidad, especialmente porque el ejército israelí seguiría realizando sus operaciones en retaguardia, destruyendo los túeneles con que Hamas se infiltra y ataca a Israel.
Ante esto, Hamas aseguró que respondería a cualquier ataque israelí.
«No hay ninguna garantía» de que los beligerantes alcancen un acuerdo duradero, tuvo que reconocer el canciller de Barack Obama, John Kerry. Israel inició el 8 de julio esta guerra para tratar de poner fin a los disparos de cohetes de Hamas y de sus aliados de la Yihad Islámica y a los ataques perpetrados en Israel por comandos infiltrados por túneles.
Desde el inicio de las operaciones israelíes, Hamas ha disparado al menos 2.968 cohetes contra Israel, según el ejército de este país.
Como resultado de la ofensiva, la población de Gaza está «al borde del precipicio» advirtió Pierre Krahenbuhl, responsable de la Agencia de la ONU para la Ayuda a los Refugiados Palestinos (UNWRA), que alberga a 230.000 personas en condiciones muy precarias en 85 centros de Gaza.
El alto el fuego era vital jusntamente para asistir a los civiles. «Es muy importante para que los civiles inocentes tengan un respiro de tanta violencia», encaminar la ayuda humanitaria, enterrar a los muertos y reconstruir las reservas, declaró Kerry. Pero la tregua ha fracasado.Otra vez.
Fuente: Agencias